28 de Septiembre: Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe
"Más de 10 mil mujeres mueren cada año en América Latina y el Caribe por abortos mal practicados. La mayoría de ellas pertenecen a los sectores de bajos recursos de la población. Así lo reconoce la "Campaña 28 de septiembre. Día por la Despenalización del Aborto", iniciativa de grupos feministas y organizaciones sociales en Latinoamérica y el Caribe. Esta campaña busca la construcción de una sociedad democrática donde las mujeres decidan sobre sus cuerpos y sobre sus proyectos de vida.
Entre 40 y 60 millones de abortos inducidos ocurren en el mundo anualmente. De ellos unos 20 millones se realizan bajo condiciones y procedimientos inseguros y ocurren en su mayoría en países donde el aborto está prohibido, restringido o severamente castigado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye que un 95% ocurre en países en vías de desarrollo. Para las mujeres latinoamericanas y del Caribe las restricciones sobre el aborto aumentan el riesgo de mortalidad, encarcelamiento y estigma social.
Este drama humano, de salud pública y de trasgresión de derechos constituido por el aborto inseguro determinó en 1990 que las mujeres del V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe decidieran establecer el 28 de septiembre como el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, para afirmar la reivindicación histórica de las mujeres por la libertad reproductiva y por el control del propio cuerpo. Desde entonces más organizaciones de mujeres se han sumado a la campaña de presión para demandar la despenalización del aborto en esta región. Hoy suman más de 600.
"Más de 10 mil mujeres mueren cada año en América Latina y el Caribe por abortos mal practicados. La mayoría de ellas pertenecen a los sectores de bajos recursos de la población. Así lo reconoce la "Campaña 28 de septiembre. Día por la Despenalización del Aborto", iniciativa de grupos feministas y organizaciones sociales en Latinoamérica y el Caribe. Esta campaña busca la construcción de una sociedad democrática donde las mujeres decidan sobre sus cuerpos y sobre sus proyectos de vida.
Entre 40 y 60 millones de abortos inducidos ocurren en el mundo anualmente. De ellos unos 20 millones se realizan bajo condiciones y procedimientos inseguros y ocurren en su mayoría en países donde el aborto está prohibido, restringido o severamente castigado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye que un 95% ocurre en países en vías de desarrollo. Para las mujeres latinoamericanas y del Caribe las restricciones sobre el aborto aumentan el riesgo de mortalidad, encarcelamiento y estigma social.
Este drama humano, de salud pública y de trasgresión de derechos constituido por el aborto inseguro determinó en 1990 que las mujeres del V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe decidieran establecer el 28 de septiembre como el Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, para afirmar la reivindicación histórica de las mujeres por la libertad reproductiva y por el control del propio cuerpo. Desde entonces más organizaciones de mujeres se han sumado a la campaña de presión para demandar la despenalización del aborto en esta región. Hoy suman más de 600.
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Apoyamos la lucha del movimiento de mujeres y de organizaciones de mujeres, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, la Sociedad de Ginecología y Obstetricia, la Universidad Nacional, Sociedades médicas y Organismos que trabajan por la niñez y por la salud de las mujeres, quienes siguen denunciando y trabajando por la reincorporación del derecho al aborto terapéutico.
Y estamos a favor de un debate amplio sobre el aborto, sacándolo del espacio sórdido al que se le ha querido confinar, siendo conscientes de que se trata de un tema delicado y en el que se cruzan múltiples factores y diversidad de opiniones: derechos de la madre, derechos del padre, maternidad, paternidad, responsabilidad, obligación, reproducción, sexualidad, abuso sexual, violación, métodos anticonceptivos, creencias religiosas, conciencia, moral, asesinato, vida, muerte, libertad, derechos del no nacido, calidad de vida, culpabilización, estigmatización, pecado, destino natural de la mujer, control del cuerpo de la mujere, resignación, opción, …
Porque “para poder elegir hay que tener alternativas”.
Y estamos a favor de un debate amplio sobre el aborto, sacándolo del espacio sórdido al que se le ha querido confinar, siendo conscientes de que se trata de un tema delicado y en el que se cruzan múltiples factores y diversidad de opiniones: derechos de la madre, derechos del padre, maternidad, paternidad, responsabilidad, obligación, reproducción, sexualidad, abuso sexual, violación, métodos anticonceptivos, creencias religiosas, conciencia, moral, asesinato, vida, muerte, libertad, derechos del no nacido, calidad de vida, culpabilización, estigmatización, pecado, destino natural de la mujer, control del cuerpo de la mujere, resignación, opción, …
Porque “para poder elegir hay que tener alternativas”.
Fragment de Rebelión. Edurne Bengoetxea. Mugarik Gabe. www.mugarikgabe.org
Aquí al nostre país, aquestes reivindicacions gairebé ni es plantegen. Un dret lluitat i aconseguit. Bé, no pas arreu. Encara les dones de Navarra no estan igualades en drets sobre la interrupció d'un embaràs siguin quines siguin les causes. Cal esmentar, també, que molts metges han exercit el dret de no practicar-lo per raons de creences, d'ètiques... ni que es demostrés perill de vida de la mare o malformacions greus d'un nonat. I com sempre, un dret, el del més fort, qualificat, considerat socialment... passa per damunt del dret d'un "de segona categoria" quan els convé. Encara els poders fàctics planen com una ombra damunt nostre.
2 comentaris:
A veure si el dia serveix per donar algun pas endevant
Zel
Gracias por solidarizarte. Aquí en mi país, el manejo del tema es político-religioso; pocos lo han visto como lo que es: un problema de salud pública.
En la Ciudad de México, la mayoría de izquierda en el Congreso, con apoyo de un partido de centro, aprobó una reforma que permite legalmente la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación; pero solo en esta ciudad.
Lamentablemente a nivel federal las cosas son distintas; el Presidente de la República proviene de un partido de derecha católica y no oculta su desacuerdo con esa reforma; de hecho, ha apoyado veladamente (a través de su esposa) los afanes por revertirla que encabeza la Arquidiócesis de la Ciudad de México, con ayuda (también velada) del mismísimo Ministro de Salud (derechista católico) y de representantes de grupos de la ultraderecha más arcaica y gazmoña que se pueda concebir.
Saludos
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